¿Es el sol, presente 300 días al año, es su riqueza histórica y cultural, que irradia en todo el mundo, son los reflejos cambiantes del mar que la bordea, o son las cumbres que la dominan, su belleza brillante, su acento colorido o incluso la efervescencia que ilumina sus noches? Nadie sabe exactamente lo que confiere a Niza esta luz tan especial, pero todos los que se han acercado a ella conservan el recuerdo de un momento raro y precioso. De los que nos iluminan desde el interior, abrasan los corazones y hacen brillar estrellas en los ojos. Bienvenido a Niza, ciudad faro de la Costa Azul
... en medio de la efervescencia de los mercados o de la gastronomía colorida, durante un aperitivo en una terraza o durante un paseo por el puerto, sentirá que le atraviesa, le invade y le transporta… este irresistible deseo de disfrutar del momento presente.
¡Carpe diem!
Está en Niza, la capital del arte de vivir. Y si no le bastan unos días para iniciarse, sólo le queda multiplicar las estancias.
En todas las épocas, su luminosidad especial y su belleza deslumbrante han inspirado a los mejores maestros, en ámbitos tan variados como la arquitectura, la pintura, la música o el cine. Para atestiguarlo, por supuesto, está el viejo Niza, embajador de la arquitectura Sarda, los palacios y castillos de estilo barroco más puro, la concentración de museos y galerías de arte. Pero más allá de lo visible, existe este pequeño suplemento de alma, esta atmósfera especial, capaz de inspirarle auténticas emociones.
En esta naturaleza tan diversificada, es en donde se disfrutan sus contrastes, acentuados por el color de cada estación, los puertos pesqueros compiten con los pueblos encaramados, las reservas marinas se codean con los grandes parques nacionales, las almazaras cohabitan con las alfarerías y las perfumerías. ¡Circule!
Aquí, todas las escapadas son bonitas y no tienen más límite que los que quiera darles.
Lo habrá observado; cuando Niza les habla de libertad, no hace las cosas a medias.
Jóvenes o séniors, deportistas o contemplativos, aficionados a la cultura o amantes de la naturaleza… tanto si elige ir por el agua, la tierra o el aire, se sentirá de inmediato en su elemento. Y si le apetece ampliar sus horizontes, no se resista a la tentación. Bajo el clima de Niza, la imaginación empuja naturalmente, y recogerá las experiencias de camino, todo el año.
Tradicionales o claramente actuales, nacidos aquí o venidos de otros lugares, son como la imagen de Niza, apasionada y radiante, iluminada e inspiradora. Si el espíritu de la fiesta tuviera acento, no lo dude, sería el acento de Niza.